A propósito del día del amigo...

Este año se festejan los treinta años del egreso del secundario y los muchachos están preparando el gran festejo gran. Uno me preguntó si iba a asistir, y aquí mi respuesta:

"Aunque creo que es esto del día del amigo es otro invento imperialista para alentar el tráfico desenfrenado de - entre otras cosas - cadenas interminables de correos electrónicos que enzalsan virtudes terráqueas inexistentes, hay que seguir la corriente.
Por suerte, acá no existe y por ende, no se festeja el día del amigo. No es que sean nihilistas ni mucho menos, sino que hasta ahora, a nadie se le ocurrió explotar eso. Pensándolo bien, podría ser el primero en hacer marketing (luego de asegurarme derechos de autor) y listo! me salvo!!
Y quizás, seria más redituable y popular festejar el día del conocido. La idea subyacente es que si alguien te manda un saludo por el día del amigo, uno se siente más o menos obligado a responderle algo, aunque en el fondo no lo considere amigo. No porque tenga mala leche, sino porque simplemente el concepto de amistad difiere en cada uno como otras tantas muchas cosas.
Es como un amor no correspondido, no querés herir al otro si dejás de responderle. Es una situación incómoda. En cambio, si celebramos el día del conocido, nadie se sentirá ofendido si el otro no le conteste, salvo, obviamente, que le conteste "y a vos quién te conoce?"
Si esa idea no prende, se puede intentar con el "día del estimado". Cuando la gente se comunicaba a través de correspondencia escrita, usualmente iniciaba la carta con el lugar, fecha y luego con el famoso "Estimado Sr. Pirulo"... Los que leyeron a Cortázar se acordarán y los que no, avisen y se los envío por e-mail.
Bueno, me fuí al carajo.
Y hablando de eso, en respuesta a alguna inquietud planteada por un boliburgués, todavía no he contestado la ingeniosa y práctica encuesta pergeñada por el Ing. Sarti.
No por hacerme el difícil ni nada por el estilo, lo cierto es que los últimos planes de vacaciones barajados con mi esposa no incluían ni remotamente viajar a Argentina y esta posibilidad no le ha caído nada bien a la señora. No entiende como puede parecerme divertido juntarme con algunos obesos y semi pelados como yo a emborracharnos y acordarnos de las boludeces que solíamos hacer cuando éramos jóvenes. No entiende. Lo de no entender es casi entendible, valga la parajoda ya que después de todo, es mujer, pero bueno, estoy en un brete, como se dice en el interior del país. Hay que desmontar hasta que aclare.
Me tildarán de pollerudo, tilingo, conchudo, dominado, clitoriano o lo que sea. Pero lo cierto es que hay que construir consensos (aguante Cleto, el del Espejo!) caso contrario estaré en el horno.
Lo único que puedo decir en este momento es que si me divorcio o me divorcian antes de esa fecha, allí estaré, firme como rulo de estatua de Rodin.
Hasta el festejo, siempre!
Feliz día del AMIGO para todos, de corazón."